martes, 6 de mayo de 2014

Ataxia cerebelosa aguda

La ataxia cerebelosa aguda de origen infeccioso puede presentarse en diferentes padecimientos como la encefalitis, meningitis, abscesos cerebrales o como síndromes infecciosos o parainfecciosos. Varias infecciones e, incluso, inmunizaciones se han asociado a la ataxia cerebelos aguda. La infección previa que más frecuentemente presenta ataxia cerebelosa aguda es la varicela, y generalmente en niños pequeños. En niños mayores, la infección previa que se identifica con mayor frecuencia es la mononucleosis infecciosa. La ataxia cerebelosa aguda también se ha asociado a infecciones respiratoria aguda y a gastroenteritis. En ocasiones la ataxia cerebelosa aguda es manifestación de una encefalitis infecciosa aunque, por lo general, se trata de procesos parainfecciosos o, incluso, fenómenos inmunes.



La encefalitis asociada a infección por EBV (virus Ebstein Barr) puede presentarse con o sin mononucleosis infecciosa clínicamente evidente, pero en general se manifiesta con cefalea y fiebre. Puede afectar una o varias partes del cerebro, siendo el cerebelo la localización aislada más frecuente, de ahí las manifestaciones de ataxia. En estos niños el LCR puede ser normal o presentar pleocitosis con predominio mononuclear. Pruebas de anticuerpos o de PCR (reacción en cadena de polimerasa) contra EBV suelen ser positivas. En cambio, en  la ataxia cerebelosa aguda postinfecciosa asociada a EBV es precedida por un cuadro de mononucleosis infecciosa 1-3 semanas antes. En estos niños predominaba los síntomas cerebelosos motores, aunque también puede haber cierta disfunción cognitiva. El LCR suele ser normal y los anticuerpos contra EBV en LCR son negativos.
La ataxia cerebelosa aguda es auto-limitada, con recuperación completa en la mayoría de los niños por lo que el manejo debe ser conservador. Sin embargo, algunos pacientes pueden  presentar secuelas permanentes, como síntomas que afecten el control motor así como déficits conductuales, sociales o cognitivos.