jueves, 28 de enero de 2010

INFECCIONES Y PERFORACION INTESTINAL

Un porcentaje importante de los casos de abdomen agudo son secundarios a perforación intestinal. El diagnóstico y tratamiento oportunos disminuyen la morbimortalidad. La solución de continuidad de la pared gastrointestinal ocasiona contaminación intra-abdominal con peritonitis o formación de absceso. El tipo y grado de contaminación peritoneal depende del sitio, tamaño y duración de la perforación, así como del estadio fisiológcio, incluyendo el momento de la útima comida, enfermedades coexistentes y la presencia o ausencia de un íleo u obstrucción intestinal con proliferación bacteriana. Estos factores afectan el grado y tipo de contaminación bacteriana. El sitio anatómico de la perforación afecta de manera significativa el tipo y magnitud de la contaminación.

La composición de la microflora gastrointestinal es muy variable. La flora gástrica está compuesta por levaduras, bacterias aerobias (Staphylococcus, Streptococcus, Haemophilus) y anaerobias (Bacteroides, Veillonella, Bifidobacterium). Los anaerobios gástricos sobrepasan los aerobios en más de 1000 veces. La frecuencia relativa de aerobios incrementa progresivamente a lo largo del intestino delgado; en íleon terminal predominan los aerobios gran-negativos. La carga y composición de la microflora cambia abruptamente entre el íleon terminal y el colon. Los anaerobios de colon superan a los anaerobios por un factor de 1000 predominando Bacteroides, Bificobacterium, Eubacterium, Clostridium, Lactobacillus, Fusobacterium y una variedad limitada de anerobios gran-positivos.

Todas las causas de perforación gastrointestinal implican una pérdida de la integridad gastrointestinal y la liberación de contenido intraluminal a la cavidad peritoneal, normalmente estéril. Las causas se pueden categorizar en:

  • Perforación por cuerpo extraño penetrante
  • Obstrucción intestinal extrínseca
  • Obstrucción intestinal intrínseca
  • Pérdida directa de la integridad de la pared intestinal sin perforación por cuerpo extraño (úlcera péptica, enfermedad de Crohn, síndrome de lisis tumoral).
  • Isquemia gastrointestinal
  • Infección

Muchos microorganismos se han asociado con perforación intestinal incluyendo Clostridium difficile, Salmonella typhi, Mycobacterium tuberculosis y Citomegalovirus. Aunque una infección puede dar lugar a la perforación gastrointestinal en cualquier huésped, es más frecuente en pacientes inmunocomprometidos, desnutricos o críticamente enfermos. La lesión varía en severidad dependiendo de la virulencia del germen. Se han descrito como factores de riesgo para perforación intestinal en pacientes con fiebre tifoidea a una duración corta de los síntomas, tratamiento antibacteriano inadecuado y la preencia de leucopenia. Organismos bacterianos como C. difficile y S. typhi producen toxinas que contribuyen al insulto patológico a la pared iintestinal. La fisiopatología de la perforación incluye inflamación severa que da lugar a íleo, dilatación intestinal y pérdida eventual de la integridad de la pared.

BIBLIOGRAFIA

1.- Hayetian F.D., Read T.E., Brozovich M., et al: Ileal perforation secondary to Clostridium difficile enteritis. Arch Surg 141. 97-99.2006;

2.- Hosoglu S., Aldemir M., Akalin S., et al: Risk factors for enteric perforation in patients with typhoid fever. Am J Epidemiol 160. 46-50.2004;

3.- Koss K., Clark A., Sanders D.S.A., et al: The outcome of surgery in fulminant Clostridium difficile colitis. Colorectal Dis 8. 149-154.2005;
4.- Nishii T., Rno Y., Ando K., et al: Successful treatment of multiple small- bowel perforations caused by cytomegalovirus in a patient with malignant lymphoma: report of a case. Surg Today 36. (10): 930-933.2006;
5.- Ara C., Sogutlu G., Yildiz R., et al: Spontaneous small bowel perforation due to intestinal tuberculosis should not be repaired by simple closure. J Gastrointest Surg 9. (4): 514-517.2005;
6.- Megarbane B., Resiere D., Ferrand J., et al: Difficulties in assessing cytomegalovirus-associated gastric perforation in an HIV-infected patient. BMC Infect Dis 5. (1): 28.2005;
7.- Kouame J., Kouadio L., Turquin H.T.: Typhoid ileal perforation: surgical experience of 64 cases. Acta Chir Belg 104. (4): 445-447.2004;
8.- Chamberlain R.S., Atkins S., Saini N., et al: Ileal perforation caused by cytomegalovirus infection in a critically ill adult. J Clin Gastroenterol 30. (4): 432-435.2000;

martes, 19 de enero de 2010

RESPUESTA A LA VACUNA VS INFLUENZA A H1N1 MONOVALENTE 2009.2

Ahora que se está aplicando la vacuna contra el virus de la influenza H1N1, es importante tener la mayor información posible. Creo que es útil revisar lo que se publica en la literarura y por elllo presentamos un artículo reciente aparecido en el New England Journal of Medicine (N Engl J Med 2009;361:2405-2413). Se trata de un estudio clínico realizada en el Clinical Research and Development de Australia en adultos sanos para examina la inmunogenicidad,seguridad y tolerabilidad a 2 dosis diferentes de una vacuna HIN1 monovalente. Se examinó un esquema de 2 dosis de 15 o 30 mg de ag hemaglutinina en igual # de pacientes >50 años de edad y <>1:40 en más del 95% de los adultos vacunados. La segunda dosis proporcionó pocos beneficios adicionales. La proporción de pacientes con títulos >1:40 en la medición basal fue mayor de lo esperado. En los mayores de 50 años, esto se puede atribuir a la presencia de antibióticos pre-existentes debido a exposición previa a virus H1N1 circulante antes de 1957. En menores de 50 años, estos títulos basales elevados son más difíciles de explicar pero podría haber cierto grado de infección previa por H1N1 y ser secundario a reacción cruzada de los anticuerpos en pacientes vacunados con la vacuna estacional. Aún en pacientes sin anticuerpos medibles en la determinación basal, la respuesta inmune a la vacuna fue adecuada.
Aunque no se ha determinado por completo el perfil de seguridad de la vacuna, los efectos adversos fueron similares a los de la vacuna estacional.
Este estudio no incluyó pacientes < de 18 años ni mayores de 64. Zhu et al mostraron que la vacuna tiene niveles aceptables de seguridad tanto para adultos como niños y ancianos. La respuesta inmune a la vacuna varió de acuerdo a la edad. (N Engl J Med 2009;361:2405-2413). Las respuestas inmunes en niños y ancianos pueden ser reforzadas de manera importante con una 2ª dosis de la vacuna, no así en adultos y adolescentes. Por ello, es recomendable, en niños, administrar una 2ª dosis 21 días después de la primera, sobre todo si se considera que el virus de la ifluneza pandémica AH1N1 causa morbilidad y mortalidad significativa en niños pequeños.

sábado, 16 de enero de 2010

Bienvenidos

Con el fin de lograr una mayor comunicación en el servicio de Pediatría, retomamos la vieja idea de tener un blog del servicio en el cual encontrarán noticias del hospital, comentarios de pacientes, temas actuales de Pediatría y mucho más. Creemos será un complemento a la página del servicio que nos permitirá una mayor interacción.
Esperamos la participación de todos.